Un hotel acogedor y muy especial con vistas a un precioso arrozal. En plena naturaleza y con los sonidos de la selva, Suarapura ha sido una de las mejores elecciones que hemos hecho. Habitación y baño grandes, sencillos y sin grandes pretensiones, dejando todo el protagonismo a los campos de arroz que se encuentran frente al hotel. Cama súper cómoda. Limpieza estupenda. Desayuno delicioso con fruta fresca, y algunas opciones a la carta, perfectamente ejecutadas (el mejor nasi goreng y mie goreng que hemos comido hasta ahora). En cuanto a la ubicación, a unos 20/30 min en coche de Ubud centro, perfecto punto para hacer varias excursiones al norte sin sufrir los atascos de Ubud. Por último la piscina, con vistas al arrozal, estupenda para desconectar.
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