He pasado 4 días con mi pareja. El hotel está muy bien ubicado a un paseito de la playa de poniente, del centro, del balcón del mediterráneo. Las habitaciones normales para un hotel de 3 estrellas, la nuestra daba a la piscina, que no estaba aún abierta porque la estaban limpiando. La cama, amplia y cómoda. El personal muy amable y correcto. Tener a una persona como Juan Carlos Linares (camarero) o Bell (showman) es un lujo. El loro, pues si quieres le haces caso y si no pues nada. Para nada es desagradable, ni mucho menos vuela por encima de tu cabeza. La comida, mejorable supongo, nosotros hemos comido todos los días sin problema. Quizá en el desayuno hemos echado de menos un poco de bollería más variada. En el resto de los servicios no esperes varios tipos de carne ni varios de pescado, pero estaba todo comestible. Por poner un pero.... tardaban demasiado en sacar las bandejas cuando se habían acabado. Es un hotel de 3 estrellas, correcto, no hay lujos ni puedes esperar más de lo que es normal en esta categoría. La insonorizacion de las habitaciones no es muy buena, pero si todos tuviéramos sentido común y no nos liaramos a dar voces por tfno a las 3 de la mañana, ni siquiera haría este comentario, que es lo único negativo que puedo reseñar. Y no es achacable al hotel, si no a la poca educación del tipo de la habitación contigua.
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