Gość
31 stycznia 2023 r.
Hemos pasado seis noches en O Cruceiro, una casa rural de una aldea de Boiro que se llama Comoxo. Desde el primer momento, el dueño te hace sentir como en casa. Hace de guía turístico de la zona, explicándote con detalle sobre plano los lugares que puedes visitar. Él se encarga de servirte el desayuno, muy completo, que incluye bizcocho y magdalenas caseras. Es muy amable y cercano, hasta nos llevó a visitar un molino que los vecinos han restaurado, una poza donde se bañaba de pequeño de un río precioso que pasa junto al pueblo, visitamos su huerto donde cuida con esmero de una gran variedad de plantas y árboles de donde recolecta frutas ecológicas para hacer unas mermeladas caseras espectaculares (la de pesegos, extraordinaria. Yo prefería una de limón y jengibre, no os la perdáis), La habitación está bien, limpia y acogedora. Dispone de aparcamiento, una terraza donde poder descansar al fresquito de la tarde y es un sitio ideal si buscáis tranquilidad y algo distinto al típico hotel. Está en un lugar estratégico desde el que puedes visitar las Rías Baixas, Santiago.... Totalmente recomendable. Volveremos, porque Javier no nos perdona que no hayamos visitado un lugar que nos recomendó: el Castro de Baroña, jajajaj..
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