Hotel situado en una ubicación perfecta para conocer el casco Viejo de Burgos. El exterior del hotel está digamos que acondicionado al casco histórico, no así el interior, está muy viejo, el hall parece de los años 50, decente, eso si. La habitación que me tocó tiene como dos partes: el baño, bien, limpio y bastante "nuevo", bañera con cortina que deja escapar el agua, pero bien. El resto muy muy viejo, tan viejo que hacía años que no veía un mobiliario tan viejo y encima con mantas. La madera del suelo crujía y se oía y seguro que se nos oía también al pisar. Como punto fuerte, para ser una zona de paso de bastante gente, estaba muy bien insonorizado, buena calefacción. El trato del personal muy bien, la almohada muy bajita y nos proporcionaron otra. En resumen, si se quiere estar en una buena ubicación, lugar ideal, si se busca un hotel moderno no es el ideal. En cuanto al aparcamiento, tienen un concierto con un parking público (plaza de España) que cuesta el día 18,50€ pero el hotel tiene un concierto con él y se paga antes de salir en el propio hotel con un descuento. Es muy de agradecer. El parking a unos 5 minutos. Limpieza en general, bien. ¿Volvería? Depende del precio.
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