Hotel Casa Cornel

Hotel encantador, tranquilo, decoración muy cálida, comida excelente y desayuno espectacular. Con todo ello, lo mejor, sin duda el personal: amabilísimos, acogedores, muy profesionales. Muchas gracias sobre todo a Rosa y a Roser. Volveremos!

Excelente elección para aloj**** en la estación de esquí de Cerler. Se trata de una casona al lado de la zona peatonal del puerto a la que se pude acceder por un portón y desde allí ir a los mejores restaurantes de zona. Es un establecimiento rústico de montaña, con una zona de habitaciones familiares, tipo duplex, con unas camas en la zona superior, pero con poco espacio para moverse, por lo que es solo recomendable para familias con niños pequeños, en el edificio principal las habitaciones son más grandes, con un baño grande y renovado. La zona común es pequeña pero agradable por su chimenea. Evitar la tercera planta si hay viento, pues por la noche suena mucho y no puedes dormir. La zona de restauración es la. Misma para desayunos comidas y cenas, con su restáurate La Solana, con comida de la tierra muy recomendable. El desayuno es muy agradable, con productos de la tierra, y tod recién hecho, como el zumo,que te lo hacen según lo pides, igual que las tostadas. También por la tarde abren una pequeña zona de taberna, muy agradable para tomarte un vinito y algo de picoteo. También hay que destacar el trato amable del personal,que siempre están dispuestos a ayudar. Recomiendo reservar llamando directamente pues se encuentran mejores precios que por plataformas. Tiene una zona de aparcamiento muy cómoda, se puede ir andando a las pistas, pero con todo el equipo es mas cómodo ir en coche. Cuenta con guarda esquí. Magnifica relación calidad precio. SITUACIÓN: 4/5 LIMPIEZA : 5/5 ATENCION: 5/5 HABITACIÓN: 4/5 PRECIO: 140,00 +/- RECOMENDABLE: 100 %

El hotel tiene la ventaja de disponer de parking privado gratuito (un superplús). Estuvimos 3 noches en media pensión en una habitación duplex triple, dos adultos y una niña de 11 años. La habitación mucho más que correcta, tamaño suficiente, 2 armarios (uno en cada planta), ducha amplia y comfortable, temperatura controlada desde la habitación, tuvimos la suerte de tener la nº 6 con lo que no teníamos tráfico de personas. Tambien teniamos un banquito para dos personas en la puerta, muy práctico para calz**** o descalz**** cuando vienes con botas o zapatillas mojadas o manchadas. Las instalaciones correctas muy acogedoras sin efectos innecesarios con todo el encanto de lo tradicional. El personal super atento y educado muy pendiente de nosotros y muy cariñosos con la peque. El desayuno quizás sea un poco repetitivo si estás más de 2 días a pesar de que los platos “calientes” los rotaron los 3 días y poco justo en cuanto a variedad. En cuanto a la cena son cualquiera de los platos del menú, si echamos en falta, tónica habitual últimamente en muchos restaurantes, que no hubieran más platos de “cuchara” tradicionales como caldos o sopas de montaña (un día sopa de pescado y otro arroz meloso de pescado). Eso sí, las raciones de las que no te quedarás con hambre y muy bien cocinadas, quizás la pega, no en nuestro caso, si tuviéramos que cenar 3 días de menú al precio de calle (24€) seguramente no lo haríamos aún siendo un precio en la media de la zona.

Hemos estado una semana en este magnífico hotel. Se trata de una casa señorial de piedra con siglos de historia. Perfectamente adaptada a hotel. Ascensor, etc. Éramos un grupo de familias de más de 20 personas. Han sido amables y atentos en todo momento. Desayunos abundantes y de calidad. Cenas en el restaurante a un gran nivel. Y también dispone de una muy agradable taberna. Esta perfecto. Es un sitio para repetir sin duda. Gracias por todo.

Todo excelente, tanto Ubicacion, como confort, trato del personal...no tengo ninguna pega, sin lugar a dudas para repetir, hotel muy acogedor, precioso, personal muy atentos y amables, la comida del restaurante exquisita

Excelente servicio y atención, la comida exquisita…Si buscas tranquilidad y relax después de un día chulo este es el lugar indicado para desconectar, relaj**** y volver con las pilas cargadas. Sin duda alguna…Volveremos.!! Gracias !!

Es una bonito casa típica del pirineo restaurada de forma sencilla y con gusto. Tranquila y acogedora. Sus dueños no pueden ser más amables e implicados. La comida es rica y los platos abundantes. La habitación doble es cómoda. UN ACIERTO!.

Subimos el fin de semana a esquiar y nuestra hija a estudiar !!!Le pusieron una mesita y una silla en la habitacion!!!Todo ello avisando que venía el mismo día d llegada.Nos hemos sentido como si fuéramos de la familia!!Un 10!

Hemos estado 6 días. Subimos al Valle de Benasque hace muchos años, pero es la primera vez que nos alojamos, nunca había sitio (reservamos 3 meses antes esta vez). Está en lo alto del top precio-calidad del valle, y máximo en cuanto a la atención. Es un pequeño hotel familiar, atendido con todo detalle, te hacen sentir en casa. Está en el casco antiguo de Cerler, super tranquilo, aunque se accede con el coche a un amplio aparcamiento adyacente (no lo supimos al llegar y arrastramos las maletas un rato por las calles del pueblo). El edificio es un caserón antiguo, convenientemente adaptado y con decoración moderna, realmente bonito. Nuestra habitación (dúplex) era interior, sin vistas. El descanso muy bueno (aunque las habitaciones no están totalmente insonorizadas). Limpieza espléndida. El buffet desayuno con un poco de todo y bueno, van sacando al momento croissants y pan tostado etc. Comedor muy agradable. Una atención muy detallada, profesional, buenas indicaciones y consejos.