Hotel Boutique Pinar

Habitaciones grandes , con cama de matrimonio amplisima, jacuzzi doble, jardín y piscina, pero sin armarios cerrados ni baldas para dejar la ropa. Tampoco hay caja fuerte. La limpieza no es la propia de un hotel-boutique. Tampoco la inexistencia de un detalle de cortesía, la no reposición de toallas o cápsulas de café, etc, ni la carencia de objetos de higiene en el lavabo. El poco personal es muy amable, te trae un gran desayuno a la hora asignada, pero igual la chica de la limpieza no dispone de tiempo suficiente para atender las 10 habitaciones.

Hace unos años nos alojamos y todo fue perfecto, recomendamos a amigos y familiares y nos quedó pendiente volver en cuanto tuviésemos ocasión, algo que parece una fantasía vista nuestra última experiencia. Esta vez, estuvimos alojados en la suite azahar. Nada más llegar notamos que no había agua caliente en el lavabo ni en el jacuzzi. Ni que decir tiene que uno de los puntos fuertes para elegir este hotel son la intimidad de la piscina privada y el jacuzzi. Sin esto, el alojamiento pierde gran parte de su encanto. No hay nadie que te atienda personalmente en el hotel ¿…? por lo que llamamos al teléfono. Nos atiende amablemente Guillermo y nos indica que vendrá el técnico de mantenimiento. Después de una hora, entre espera y búsqueda de soluciones (incoherentes, como abrir la ducha al mismo tiempo), no conseguimos nada... el jacuzzi impracticable. Comentamos con Guillermo la opción de cambio a otra habitación, pero estaban todas ocupadas. Le ofrecemos la opción de podernos pasar al día siguiente como compensación, y nos ofrece un 20% de dto. si queremos quedarnos (insultante, ya que entendemos ilógico “premiar” el mal estado, “comprando” otra noche más con un descuento ridículo). Declinamos su oferta y pedimos una hoja de reclamaciones. Nos indica que al día siguiente la tendremos en el desayuno (hacer esperar a un cliente 14 h. por esto es ya, cuanto menos, cuestionable). Durante la tarde/noche, nuestra percepción no hace más que empeorar: Hay una tala de árboles a 100 metros que supera con mucho el nivel de decibelios permitidos y que dura hasta pasadas las 20 h. (Guillermo nos indica que estaba programada, pero nadie del establecimiento nos llama para advertirnos por si queremos modificar la reserva ¿..?). Dentro de la suite comprobamos claras evidencias de falta de mantenimiento y limpieza durante semanas, como poco. Las fotos y videos hablan por sí solos: telarañas, mandos que no funcionan, tuberías sujetas con bridas, bombillas fundidas, mobiliario deteriorado, además de cal y polvo por doquier (especialmente llamativa la fotografía en la que he podido escribir la palabra “SUCIO” con el dedo sobre la mesilla). Mención honorífica para el moho de las cortinas. Dudo que pasasen una inspección de sanidad. La pregunta es…. Viendo el estado de todo… ¿Cómo un huésped puede sentirse con la tranquilidad de que las sabanas donde está durmiendo han sido efectivamente cambiadas? La duda planea ya sobre toda la estancia. Por cierto, la web indica que la suite “Azahar” cuenta con caja fuerte y armario… ni una cosa ni la otra (publicidad engañosa). Tras la noche (cama extra grande y confortable), llega el desayuno (cuidado y variado, aunque por debajo del nivel de nuestra anterior visita). Los mejores momentos de la estancia. Eso sí, visto el estado de la habitación nos pareció más higiénico desayunar en el jardín. La hoja de reclamaciones… no llegó en el desayuno. Después de 2 horas, y a punto de dejar la habitación tuvimos que hacer saber al establec

Precioso lugar y las habitaciones son muy amplias, con intimidad, muchos detalles, chimenea, hidromasaje, piscina y jardín privad. Desayuno casero y muy bueno. De diez!! Para repetir sin dudarlo El personal ha sido atento en todo momento.

Hicimos la reserva antes del puente de diciembre a una de las suites con jacuzzi y no tuvimos jacuzzi. Se fue la luz un par de veces. Nos dijeron que nos compensarían por estos motivos y aún seguimos esperando, ha pasado más de un mes, el 9 de enero volví a escribir y ni me contestaron. Pagamos por un servicio que no tuvimos. Muy mejorable, no vale lo que cuesta.

No he estado en un sitio peor…la chica morena te pone sonrisa falsa y cuando te das la vuelta se burla de ti. te lleva el desayuno a la habitación con manos mugrientas y uñas renegridas, por no hablar de las manchas que lleva en la ropa. Esa chica no da imagen de limpieza, más bien lo contrario, por no hablar de la habitación, el baño con pelos de clientes anteriores y lleno de hormigas. Pagas precio de oro para una habitación que necesita muchas mejoras y cambios. No está a la altura ni de un hotel de 2 estrellas.

La experiencia en este lugar es verdaderamente íntima y agradable. El ambiente discreto y acogedor te hace sentir cómodo desde el momento en que entras. Los detalles cuidados y la atención personalizada garantizan que te sientas completamente a gusto durante toda tu visita. En resumen, es un lugar perfecto para disfrutar de momentos tranquilos y relajantes en un entorno íntimo y confortable.