Tengo que volver a Pinto, pero desde luego no al hotel. La recepción pésima, nada de explicarnos cosas tan sencillas como horarios de desayuno, lugar, etc. Meter el coche en el parking es una odisea, Fe avisan de la entrada que es complicada pero no de que la bajada a la segunda planta le falta una barandilla y puedes rozar el coche en un escalón que, obviamente desde el coche montado, no se ve (fotos). Insonorización nula. Se escucha todo el ruido de la calle. Hemos venido a descansar para realizar un examen en Medac y desde luego es lo que menos hemos hecho. Los colchones malísimos, hundidos y se clavan todos los muelles. Con respecto al desayuno, bufet pequeño, ponen leche sin lactosa y colacao de máquina, pero no sobres de colacao, por el cual tienes que pagar. Me parece vergonzoso que alguien que no puede tomar la leche con lactosa y no puede beberlo de la máquina tenga que pagar. A la salida no se dignaron ni en preguntarnos qué tal la estancia. Desde luego NO VOLVEMOS.
Przetłumacz