Excelente posada, muy bien ubicada justo frente al mar (en una playa peligrosa para el baño y muy amplia), excelente atención (mención especial a Cris y si buena disposición). Las habitaciones tienen todo lo necesario (aire acondicionado, caja fuerte, etc.). Los enchufes sirven para cargadores chilenos 😁. Lo malo fue que el agua de la ducha no se puede regular: o es fría o muy caliente. A nosotros nos tocó con vista al mar y pudimos ver el amanecer… a las 5 de la mañana. Las caipirinhas están bastante bien, algunos platos mejorables (la pizza de camarones es exquisita). Buenos desayunos. Es un muy buen lugar si vas con familia, niños. Puedes bajar a la playa, bañarte en la piscina, leer un libro, tirarte en la hamaca, jugar en el columpio, tomarte un trago, lo que quieras. No se ve bien es tan grande, vistosa ni lujosa como otras posadas (ni hablar de resorts), pero es un lugar lindo, agradable y mucho mejor de loq el se ve en las fotos. Además, tiene estacionamiento para quienes arrienden un vehículo. Las personas que te atienden hablan “portuñol”, así que te entienden de lo más bien. Pidan que les den a probar la cachaza artesanal.
Przetłumacz