Recuerdo que esa noche bajé a pedir té, no había nadie atendiendo en la cocina a esa hora y me echaron una buena retada porque "no quedaba loza" y no podía tomar té. Pésimo, mis abuelos a la mañana siguiente al estirar las sábanas se percataron de una mancha muy "asquerosa" en las sábanas y el personal no encontró mejor excusa que echarle la culpa a mi hermano de 4 años, que ni siquiera había dormido en esa habitación, por lo menos aceptar que fue su error al no revisar bien las sábanas, pero echarle la culpa a un niño sin justificación es demasiado patético y poco profesional. Encima la señora nos dijo que si hubiésemos avisado, hubieran cambiado las sábanas, pero por qué tiene que avisar uno, si se está pagando, ellos son los que deben revisar antes de entregar una habitación y ser más cautelosos con la limpieza, simplemente, poco profesional, desde el trato hasta la misma limpieza.
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