Camping Vall de Ribes

emplacement dans les cailloux pour une petite tente alors qu'il y avait de la place dans herbe .douche fermée par un simple rideau et rien dans la douche pour accrocher ses affaires.prises électriques cassées ensemble sanitaire très sale je ne recommande pas ce camping

Al llegar nos sorprendió la largísima cola que había sólo para hacer el check-in pero pensamos que era por el tipo de gestión que hacían de la misma. Nos chocó aún más que nos asignaran la parcela sin opción a escoger entre las que quedasen libres, y claro está nos tocó una parcela enganchada a un muro y sin absolutamente nada de sombra con dos perros que llevabamos. Les comentamos al día siguiente al mediodía de irnos y si nos devolvían el día de más que pagamos, teniendo en cuenta las incomodidades (que ellos eran totalmente conscientes) y nos ofrecen devolvernos sólo un 40% del total. Hubieramos aceptado pagar un checkout late pero lo que ofrecían era vergonzoso. Ni tan siquiera un cambio de parcela. Además el restaurante debía abrir a las 9 de la mañana y el día que más pronto abrió fue a las 9.45, porque según nos decían "se habían dormido". Y para apaciguar el calor nos quedaba una ridícula piscina que los mismos clientes del camping tenían que sacar la suciedad que iba cayendo dentro. Para rematar, es un camping que abandera la acogida de perros y lo demuestran únicamente cobrando por ellos, no había bolsas para los excrementos por ninguna parte y todo eran prohibiciones de los mismos por todos sitios. Una hipocresía

Ubicación del camping y vistas muy buenos. Nos alojamos en un bungalow, que, aunque estaba limpio, tenía muchas deficiencias. Cocina muy poco equipada, pocas mantas, baño sin calefacción (se nos quitaron las ganas de ducharnos el segundo día), la ducha sin soporte para colgar la alcachofa, señal de wifi inexistente, ausencia de elementos mínimos para barrer y fregar la estancia, orientación sur (apenas entraba uz solar), aparcamiento excesivamente estrecho (tuvimos que aparcar el coche en una esplanada 30 m más allá). La zona de juegos comunitaria tenía un aire decadente, con muebles viejos y sorprendentemente sucia. Con muchísimo polvo. La atención fue correcta. Pero a la vez, desconfiada. Se requería dejar el DNI para pedir las palas de ping pong. También dejar una fianza de 50 euros al llegar que se retornaba no el día de la salida, sino unos cuantos días después luego de revisar el bungalow. En definitiva, no muy buenas sensaciones. Hay muchas cosas que se podrían mejorar si se lo tomaran más en serio.

Los duelños unos despotas y peseteros Amenazando siempre a clientes.Sin papeleras en todo el camping,los módulos y tagas y puigmal sucios incluso con cucarachas.Mala atención en recepcion.No estaría mal un cambia de la gentuza,que esta en recepcion mal educados incluso han llegado a amenazar a clientes fijos para que dejen modulos de su propiedad para qued****lo ellos con el consentimiento de los dueños del camping.Cobran de más .Un camping para no volver en.la vida .Tengo entendido por otras reseñas que clientes gijos estan en litigios con ellos