Pésimo mantenimiento de instalaciones , los baños obsoletos y con olor a alcantarilla , ocupamos las habitaciones 201 y 301 del hotel Fue una celebración de comunión, la comida pésima, carne dura... Falta de cubiertos para servir entrantes comunes, eso sí el mejor vino lo pusieron en la mesa de los padres de la anfitriona , a los demás un vino inferior. Respecto a las habitaciones la limpieza brilla por su ausencia, justita, fui a abrí rvla ventana del dormitorio y tuve que cerrarla corrien había una especie de panel de abejas, o nido de pájaros ,,,no se,,pero jamás volveré. Una experiencia nefasta un negocio mal gestionado, únicamente se salva por el exquisito y amable trato del chico militar que también trabaja en hostelería, y algún que otro trabajador. La chica de recepción una persona con falta de moral , muy hábil mintiendo y engañando, excelente alumna del jefe del establecimiento. El periodo de prácticas lo aprobó con matrícula de honor.
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