Hotel Apartamentos Rock Star

Todo genial. Nos ha encontrado la estancia.

Empezamos bien, personal amable, habitación amplia y limpia. Habíamos solicitado en la reserva cuna y nos tenían puesta una cama supletorio, al cabo de las horas aparecioron con una cuna( y sabanas de pelo de invierno). Llegamos al mediodía, con lo cual nos pusimos echar la siesta con nuestro bebé en la cama, bien porque teníamos aire acondicionado y funcionaba bien. Pedimos calentar agua para el termo del biberón del niño a lo que nos dijeron que hasta las 22.00 estaban disponibles, con lo que salimos a cenar a Allariz y volvimos sobre las 21.40h y ya no había nadie en recepción, tuvimos que llamar y pedir que nos calentarán el agua( si lo hicieron). Nuestra sorpresa llega por la noche, cuando vemos que no funciona el aire acondicionado ni el wifi. Por mucho que abriéramos las ventanas, no corría nada de aire, le tuve que cambiar las sábanas al niño, ya que nos habían puesto unas de pelo de invierno, y no paraba de sudar. Y el wifi no funcionaba y tampoco hay buena cobertura. El sitio es acogedor, tiene piscina y una parte donde tomarte un café. Si se pide parking privado, las habitaciones están en el piso de arriba, subiendo unas escaleras. El desayuno es de batalla y con vasos rotos. Lo peor es que oferten algo que tiene horario y hagan pasar mala noche a quienes dormimos allí y necesitamos descansar para seguir viajando, no sé puede dormir y tampoco funciona el wifi. Así que en definitiva no lo recomiendo.

* En teoría es un hotel de una estrella, pero lo cierto es que sus características y servicios, en realidad, se asemejan más a un hostal. Porque es sólo para dormir y poca cosa más. Relación precio-calidad no es acorde. * No apto para personas con movilidad reducida, ya que para acceder a la habitación, obligatoriamente, se ha de subir escaleras, las cuales carecen de pasamanos para facilitar su ascenso. * Habitación grande y bien decorada, con cama grande, pero el colchón no está en sus mejores condiciones, por lo que te clavas los muelles en todo el cuerpo. * Si, por tema de salud, necesitas una almohada más complementaria, has de pagar seis euros más por cada almohada. * Carece de armario ropero, con lo cual no puedes colocar la ropa de las maletas, exceptuando que hay un colgador con escasas perchas. * Servicio de toallas muy mejorable: insuficientes. Si necesitas alguna de más, cobran seis euros más por toalla. * Insuficiencia de champú y gel . * Tapa del wc rota. * El desayuno no lo sirven a través de un montacargas, sino a través de un cajón de madera que atraviesa la pared contigua, el cual no dispone de cerrojo por la parte de la habitación, pero sí por el otro lado. Por lo cual se podría acceder a la habitación. * Varias fotos publicitarias no corresponden con la realidad. * Desayuno pésimo: café con leche intragable. Tostadas sin embutido alguno. Ningún tipo de bollería del día. * No hay ni bar ni restaurante. Sólo una sala bien decorada, con una nevera, tv, y aire acondicionado parado, sin mandos de la tv ni el aire, con temperatura elevadísima, que hace que la elevada calor no permita estar allí. * Está a varios km del pueblo, totalmente aislado, y se necesita vehículo propio para desplazamientos.

Es sin duda uno de los hoteles más originales donde nos hemos podido alojar. Aquí el lujo viene por la sorpresa del concepto: cada habitación decorada con mucho mimo y en honor a distintos artistas musicales, el duplex con acceso directo desde el garaje privado, el área cubierta de descanso, la forma de servir el desayuno en la habitación (no haré spoiler...), etc. Todo ello lo hace especial. Muy aconsejable!

A pocos km de Ourense. Muy tranquilo. Todo perfecto: limpieza, cama muy cómoda, desayuno buenísimo, aparcamiento. El desayuno se sirve en la misma habitación mediante un pequeño montacarga Un hotel para regresar. Gracias.