Rural Montesa

La casa es amplia, bien decorada, con magnífica zona comedor techado y barbacoa en el agradable jardín de entrada (lástima que fuimos en invierno, y aunque disfrutamos de lo segundo no tuvimos ánimos de disfrutar de lo primero). La atención es más que correcta: se solventó una asignación de habitación no deseada con prontitud y sin reticencias. Proporcionan suficiente leña y están atentos a su reposición. El futbolín y el pingpong están en su terraza, por lo que puede coartar su uso, pero no debería. Para una ocupación tan grande, la cocina se queda algo pequeña, y no digamos el frigorífico (en esto nos favoreció el invierno, tiramos del fresco almacenamiento externo), así como el menaje existente, en el que incluso faltó algo de limpieza. Los baños limpios, con todo lo necesario, aunque los sobrecitos fueran un poco duros de abrir y mi alcachofa volcará el agua demasiado cerca del mando y de la pared. Las camas, almohadas y su ropa, muy bien. En conjunto, pequeños detalles a mejorar pero que no impiden que estés deseando volver para disfrutar de la paz y la "soledad" con tus amigos.