La ubicación es maravillosa. En plena zona de campo pero cerca de muchísimos sitios que visitar y a solo 30 min de Múnich, pero con e todo el encanto de estar en el campo. Las instalaciones son magníficas, todo nuevo, amplio, limpio, moderno en las habitaciones pero siempre en consonancia con el entorno. Todo con mucho gusto. El desayuno es estupendo con embutidos y fiambres propios de su carnicería Todo hecho por ellos (además de panes, mantequilla, mermeladas, huevos, yogures, etc). Riquísimo todo. Al medio día y por la noche es también restaurante con comida tradicional que está riquísima. Merece mucho la pena quedarse y disfrutarlo. Además, toda la familia que lo regenta es encantadora y lo hace todo con mucha simpatía. Todo son facilidades con ellos. Ha sido una experiencia magnífica y seguro que repetiremos ya sea por trabajo u ocio.
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