El hotel esta algo mayor, pero es un clásico de más de 100 años, las instalaciones del balneario están correctas y funcionales, para ir con el Imserso el trato del personal ha sido exquisito, con respecto al comedor, el desayuno era bufete algo pobre pero suficiente, la comida y cena servida por camareros hábiles y simpáticos, siempre teníamos la misma mesa y el menú había que elegirlo el día anterior entre 2 platos de primero y segundos, los postres entre fruta y un dulce. A resaltar el personal de recepción que en todo momento intentaban solucionar los problemas que salían.
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