Nada que ver las habitaciones con las fotos que enseñan en la web de booking. A nosotros nos tocó la habitación 003, con un baño minúsculo. Sólo cabía la toalla de los pies en el suelo, nada más. Ningún estante para dejar el neceser, maniobrar para sentarte en el wc sin topar con la pica, tener que limpiarte el culo con la mano izquierda porque sino chocas con la pica, las paredes del baño sin llegar a la pared, dejando como dos ventanales que dan a la habitación para que pueda irse la condensación después de una ducha... Un olor de humedad bastante fuerte, el wc hace un ruido cada media hora de como de vaciado (porque es un wc prefabricado, como los que hay en las caravanas). Decoración anticuada y un cojín roñoso por almohada. No os recomiendo el desayuno 6€ que incluye bollería, zumos y café (no hay tostadora). Delante de la estación de metro Rato de la otra esquina hay una cafetería pastelería emblemática que hacen un café muy rico, zumo de naranja natural y pão de Deus por 4€. Como positivo, cambian las toallas y hacen la cama cada dia. Una experiencia para no repetir jamás, 3 noches por 180€.
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